Vino Rupestre de Alpera

DENOMINACIÓN DE ORIGEN SUB-ZONA

D.O. Almansa. Paraje de “La Herrada y Retamar ”

VARIEDAD DE UVA

Garnacha Tintorera (100%).

COLOR

Limpio en fase visual de color rojo púrpura con alta capa de color.

BOUQUET

En nariz hemos respetado la fruta de la Garnacha Tintorera, con recuerdos a frutos rojos silvestres, grosella y moras negras, mezclados con un fondo ahumado y torrefacto proveniente del alto tostado de las barricas de roble francés.

BOCA

De entrada dulce, el equilibrio entre acidez y tanicidad acentúa su persistencia, la fuerza de la Garnacha Tintorera es patente y su final torrefacto hacen un vino largo, la sensación final es un complejo recuerdo de frutas rojas del bosque mezclado con toques de vainilla, café y tabaco.

MARIDAJE Y CONSUMO

Ideal para acompañar, carnes de vacuno, caza y quesos fuertes curados. Las proteínas de la carne y los taninos del vino hacen una perfecta sinergia dentro de la boca.

TEMPERATURA Y CONSUMO ÓPTIMO

Recomendamos consumir este vino roble en los cinco años posteriores a su cosecha siendo la temperatura de servicio óptimo de 15ºC.

VIÑEDOS

Los viñedos para la elaboración de nuestros embotellados son estrictamente seleccionados por nuestro equipo técnico, edad, bajo rendimiento y sanidad del viñedo a si como parámetros físico-químicos de la uva son directrices en la búsqueda de la máxima calidad. La vendimia se realiza en cajones de 100 kgs.

ELABORACIÓN

Vino elaborado a partir de nuestra variedad autóctona, la Garnacha Tintorera, esta variedad aporta a nuestros vinos singularidad a la par que estructura y color.

La vinificación se realiza del modo tradicional con despalillado de uva, la fermentación se realizo en depósitos horizontales rotativos. La temperatura de fermentación estuvo alrededor de 30ºC, con un tiempo en contacto entre pieles y mosto de 12 días.

ENVEJECIMIENTO EN BARRICA

Después de la fermentación maloláctica, el vino se metió en barricas de roble francés de 225 Litros para permanecer en ellas un tiempo mínimo de 4 meses.

Las barricas tienen una edad comprendida entre cero y cuatro años, representando el porcentaje de barrica nueva un 15%. Terminando el proceso con una ligera clarificación y estabilización por frío. El paso último antes de su embotellado fue una filtración amicróbica para preservar todas sus características organolépticas.